Haciendo honor al nombre de su blog, el amigo Gonzalo Álvarez ha colgado este retorcido molinillo de café; no queremos ni imaginar el sabor del brebaje resultante.
Bajo el pseudónimo de los Ningunos se esconde un dúo de individuos de indudable reputación (carecen de ella) que prefieren permanecer en el anonimato, ya que las estrellas de esta bitácora son los autores cuyo trabajo se muestra.