Después de dos meses alejados de la bitácora por causas ajenas a nuestras voluntades respectivas, volvemos a la carga. Como el año está aún en período de garantía, vamos con las felicitaciones navideñas. La primera, del gran Eduardo González.
Bajo el pseudónimo del Ninguno se esconde un individuo de indudable reputación (carece de ella) que prefiere permanecer en el anonimato, ya que las estrellas de esta bitácora son los autores cuyo trabajo se muestra.