Hoy presentamos a un ilustre viñetista de la internecosa, constamente fusilado en sus trabajos por gentes con poca vergüenza y menos arte:
La cruda realidad no siempre sabe bien. Intentar cocinarla para encontrarle sabores más dulces, más ácidos, más intensos, es un reto apasionante. Para un diseñador gráfico es además una cuestión de supervivencia, una necesidad.
A través de mis viñetas experimento, combino ingredientes e invento recetas para obtener pequeñas degustaciones de realidad con la mejor presentación posible. A menudo encuentro imágenes en los medios de comunicación que son una estupenda materia prima; basta con un simple aderezo, un pequeño retoque o unos minutos en el Photoshop para servir un pequeño tentempié que ayude a pasar el día. Hay otros guisos más elaborados en los que dibujo la realidad o la fantasía hasta obtener una viñeta apetecible. Éstas suelen ser las más sabrosas, ya que poseen el sabor inigualable de la imaginación.
De todos los ingredientes, hay uno imprescindible en todas ellas: el humor. Sin él, no hay quien se trague lo que nos ponen en la mesa cada día.
Aquí, su página oficial (no acepten imitaciones).
La cruda realidad no siempre sabe bien. Intentar cocinarla para encontrarle sabores más dulces, más ácidos, más intensos, es un reto apasionante. Para un diseñador gráfico es además una cuestión de supervivencia, una necesidad.
A través de mis viñetas experimento, combino ingredientes e invento recetas para obtener pequeñas degustaciones de realidad con la mejor presentación posible. A menudo encuentro imágenes en los medios de comunicación que son una estupenda materia prima; basta con un simple aderezo, un pequeño retoque o unos minutos en el Photoshop para servir un pequeño tentempié que ayude a pasar el día. Hay otros guisos más elaborados en los que dibujo la realidad o la fantasía hasta obtener una viñeta apetecible. Éstas suelen ser las más sabrosas, ya que poseen el sabor inigualable de la imaginación.
De todos los ingredientes, hay uno imprescindible en todas ellas: el humor. Sin él, no hay quien se trague lo que nos ponen en la mesa cada día.
Aquí, su página oficial (no acepten imitaciones).