El Estado Vaticano tiene una nueva cabeza visible. Como decían en Las sandalias del pescador, alguien que habla con Dios para una cuarta parte de la humanidad.
Bajo el pseudónimo del Ninguno se esconde un individuo de indudable reputación (carece de ella) que prefiere permanecer en el anonimato, ya que las estrellas de esta bitácora son los autores cuyo trabajo se muestra.