Maese Juanan Rodríguez recupera a otro de los héroes de sus lecturas de infancia, el caballero Quentin Durward, creado por el escritor británico Walter Scott.
Bajo el pseudónimo del Ninguno se esconde un individuo de indudable reputación (carece de ella) que prefiere permanecer en el anonimato, ya que las estrellas de esta bitácora son los autores cuyo trabajo se muestra.