Seguimos con la serie medusera del amigo Gonzalo Álvarez, con la esperanza de que esta vez los bots de las redes sociales no se escandalicen por anticipado.
Bajo el pseudónimo del Ninguno se esconde un individuo de indudable reputación (carece de ella) que prefiere permanecer en el anonimato, ya que las estrellas de esta bitácora son los autores cuyo trabajo se muestra.