Hoy traemos por aquí a colación la vida y milagros (por él mismo contados una y otros) de otro autor, un tanto más veterano. Con todos ustedes, Francisco Medina:
(El texto es de una entrevita realizada al caballero por la revista virtual El Puerto es cultura, consultable en este enlace:
http://www.elpuertoescultura.com/actualidad.php?op1=4&id=18)
¿Cómo fueron sus primeros pasos en el mundo del cómic?
A la edad de 15 años me interesé por el tema ya que leía todos los cómics que caían en mis manos, pero el problema en aquel entonces era que en la isla no existían escuelas para ese tipo de actividades así que inspirándome en las dos grandes escuelas del momento que eran la valenciana y la escuela catalana de Bruguera de donde salía el personaje de Pulgarcito y que editaba revistas de cómic de humor como Din Dan o Tío Vivo, comencé a dibujar y así llevo 50 años.
¿Cómo te diste a conocer en este mundo de las viñetas?
Comencé a mandar mis dibujos a una sección de Jaimito llamada “Los lectores de Jaimito”, me daban 10 pesetas por cada uno, y teniendo en cuenta que estamos hablando del año 59 aquello era dinero. Ya por una tira de tres dibujos me daban cinco duros. Luego llegó una crisis tremenda y cerraron muchos periódicos, fue una época en la que abandoné toda actividad. Hacia el año 73 descubrí una página que publicaba Manuel Darias en el Diario de Avisos sobre la historia del cómic, nos pusimos de acuerdo y comencé a colaborar con él. Años más tarde me pasé a El Día con Ernesto Salcedo, un hombre con ideas muy avanzadas que estuvo a cargo del periódico 22 años, con el que también trabajé en una página semanal. Junto con Salcedo, que fue la persona que me dio el empuje, fui el pionero del cómic en Canarias.
Desde entonces ¿ha seguido teniendo alguna conexión con el mundo del cómic?
Hacia el año 75 me puse de acuerdo con el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz e hice la primera exposición de cómics del Archipiélago, en la Plaza del Charco siendo concejal de Cultura, Marcos Brito, actual alcalde y ya los años sucesivos continuó realizándose en un local que había en las antiguas dependencias de Juventudes, luego seguí exponiendo en otros municipios como La Orotava, Santa Úrsula.... Igualmente el año pasado colaboré en un periódico de tirada gratuita que se llamaba “La verdad de Canarias” que sólo estuvo en la calle seis meses.
¿Ve alguna diferencia entre las tiras cómicas españolas y las europeas o americanas?
En aquella época en Tenerife solo existía una librería en la Avenida Venezuela de la capital chicharrera que traía cómics de EEUU, Inglaterra, Francia y como yo dominaba el inglés y el francés pues los leía y los entendía. La diferencia más notable entre estos cómics y los españoles era abismal ya que, por ejemplo el humor inglés es muy distinto al nuestro y en cuanto a la temática los americanos tendían más a los tebeos de superhéroes.
Yo dibujaba realidades más sencillas, uno de mis personajes es el mago, un ciudadano de aquí pero muy inteligente. En el año 94 una revista de Santa Cruz llamada “Canarias Ilustrada”, acogió muy bien a mi personaje y me propuso cambiarle el nombre del mago por el del “ilustrado” y así lo he dejado hasta nuestros días.
¿Qué temas se tocaban con las tiras cómicas?
En aquellos tiempos existía mucha censura, aunque he de decir que a mí nunca me censuraron nada. Yo tocaba temas sociales actuales pero sin pasarme porque todos sabíamos lo que había. Todavía no estábamos en democracia.
¿Hay algunas normas que haya que seguir para dibujar tiras cómicas?
Yo siempre he sido autodidacta y como en la actualidad sigue sin haber escuela alguna, cada dibujante sigue trabajando según un estilo propio. No hay normas fijas que valgan. Actualmente hay bastante cantera sobre todo en Santa Cruz, yo conozco a un par de chicos que trabajan en La Opinión de Tenerife.
¿Con quién le hubiera gustado colaborar?
Sin duda con el dibujante valenciano José Sanchiz, creador del soldadito Pepe o Pumbi, personajes muy conocidos de aquella época que actualmente se desconocen ya que los jóvenes no son muy lectores de cómics y todo eso se ha perdido.
¿Qué proyectos de futuro tiene?
Quiero hacer un museo sobre el cómic, en Santa Cruz o aquí en el Puerto de la Cruz. También estoy pendiente de una exposición que espero poder realizar en la sala de arte de Cajacanarias sobre los 50 años del cómic en el Archipiélago y que luego sería itinerante y en la que presentaría alrededor de 100 viñetas propias. Por otro lado tengo una proposición de Fernando Clavijo con relación a la futura inauguración del museo de Óscar Domínguez en Santa Cruz que va a contar con un anexo en la que instalarán una gran biblioteca que contará con una sección de cómics y ahí es donde entro yo. Son proyectos que esperemos se hagan realidad.