Y ahora, otra muestra del buen hacer, en materia de miedos evacuólicos, del amigo Ángel Marrero, que ha tenido la gentileza de enviarlo para que sea conocido y disfrutado por la afición.
Bajo el pseudónimo del Ninguno se esconde un individuo de indudable reputación (carece de ella) que prefiere permanecer en el anonimato, ya que las estrellas de esta bitácora son los autores cuyo trabajo se muestra.