El leguleyo número uno homenajea a otro clásico del tebeo español: el Guerrero del Antifaz, mítico cacho de tocón de pino que luciera piernamen en una larga y más que popular serie de cuadernillos.
Bajo el pseudónimo del Ninguno se esconde un individuo de indudable reputación (carece de ella) que prefiere permanecer en el anonimato, ya que las estrellas de esta bitácora son los autores cuyo trabajo se muestra.