Después del parón obligado por las tareas laborales de los Ningunos, volvemos a la carga con denodados esfuerzos, prontos a cumplir dos años y medio de servicio fiel a la causa del tebeo de / en Canarias. Empezamos con una friqui-reseña perpetrada por el leguleyo número dos.
Título: X-Men Forever
Formato: Tomo en tapa blanda a todo color
Autores: (G) Chris Claremont (L) Jim Lee, Tom Grummett (T) Scott Williams, Tom Grummett, Cory Hamscher (C) Joe Rosas, Will Quintana (P) Tom Grummett
Editorial: Marvel Comics / Panini Cómics
Precio: 18 €
Comentario:
La mención del nombre de Chris Claremont lleva aparejada, indefectiblemente, una fuga del pensamiento hacia la Patrulla-X. Pese a que la colección y el grupo fueron creados en los sesenta por Stan Lee y Jack Kirby, el guionista británico afincado en los Estados Unidos es reconocido como el patriarca mutante por excelencia. Durante quince años, Claremont rigió los destinos de un título que empezó siendo el relanzamiento bimestral de una colección que había sido el pariente pobre de la casa de las ideas y acabó como su franquicia más popular y rentable. Aunque resulte paradójico –mas no extraño en el mundillo de los tebeos- ese éxito se tradujo en un exceso de atención y de control por parte de la propia editorial que, con el tiempo, se tornó inaceptable para el guionista. Cuando don Chris decidió poner fin a tres lustros al frente de la Patrulla-X, aquel título solitario se había convertido en la punta de lanza de un grupo de series en las que ya no ostentaba la condición de jefe de pista, y donde sus colaboradores más leales –como Louise Simonson o Ann Nocenti- habían ido cayendo para ser sustituidos por una generación de jóvenes artistas –como Jim Lee o Rob Liefeld- cuya primacía venía justificada por las cifras de ventas. Bob Harras, editor mutativo en aquellos días –y guionista de una interesante etapa de Los Vengadores, en la que usó no pocos de los trucos de Claremont- manifestaba unas ideas que don Chris, perro viejo ya en aquellos años, no aceptaba, con lo que la ruptura se hizo inevitable. Para sorpresa de muchos, el divorcio se tradujo en un abandono cuyo epitafio fueron los tres primeros números de la colección X-Men, los cuales dibujó Jim Lee, buque insignia de aquellos dibujantes que a no mucho correr marcharían en busca de nuevas aventuras… aunque ésa es otra historia.
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