Leemos en la bitácora de nuestro amigo Edu lo siguiente:
¡Volveré! ... Esta misma semana. Estoy acabando un trabajo que me ha exigido los últimos tres meses dedicación absoluta y como suele pasar, según se acerca la fecha de entrega, más dedicación se necesita. Vamos, que voy como pollo sin cabeza. Pero acabo esta semana. Jajajajajajajajaja La verdad es que es un lujo el poder dedicarse a esto. Es el trabajo que me gusta. Aunque por razones imprevistas, la carencia de tiempo lo haya convertido en una odisea. Cuarenta páginas a color, tres meses. Lo verán (si no estalla el Apocalipsis, los mayas, el chandal olímpico y la corona forestal) en Septiembre. Les dejo algo para que vean.
Y a nosotros nos deja con los dientes largos y la miel en los labios,
porque esta ilustración es bien distinta de aquéllas que pueblan Dentro
de la noche y demuestran que don Eduardo es un artista sumamente
versátil. Eso sí, no sabemos los Ningunos si aguantaremos hasta
septiembre sin “de saber”.