El amigo Luis Capote nos envía su reseña de uno de los peliculones de la temporada: Nicholas Cage pasado de rosca es otra vez el Motorista Fantasma.
Título: Ghost Rider: Espíritu de venganza
Formato: Película estrenada el 24 de febrero de 2012
Guión : Scott Gimple, Seth Hoffman, sobre una historia de David S. Goyer
Dirección : Brian Taylor, Mark Neveldine
Reparto : Nicolas Cage, Fergus Riordan, Ciarán Hinds, Violante Placido, Idris Elba, Christopher Lambert, Johnny Whitworth
Música : David Sardy
Productora: Hyde Park Entertainment, Imagenation Abu Dhabi, Marvel Knights, Crystal Sky Pictures
Distribuidora: Columbia Pictures, Warner Brothers Pictures
Comentario:
Mientras buena parte del equipo de Zona Negativa está cubriendo la ceremonia de la octogésimo cuarta edición de la gala de los premios Óscar, me toca aportar un granito de arena a la tarea de hablar un poco sobre el séptimo arte, centrándome en una película estrenada en España el pasado viernes: la segunda parte de las aventuras cinematográficas del Motorista Fantasma, más conocidas por la polémica judicial entre Gary Friedrich y Marvel que por sus virtudes fílmicas. Al frente de la cinta, un Nicholas Cage que después de años y años buscando su lugar en el negocio de las adaptaciones superheroicas (en parte por su afición lectora al género) y de postularse como un inverosímil Superman (en la fallida versión de Tim Burton) o un difícilmente imaginable Tony Stark, ha encontrado su sitio interpretando a Johnny Blaze, el motorista acróbata que hizo un pacto demoníaco que le convirtió en la prisión del demonio Zarathos. Cuando en 2007 se estrenó la primera película del Motorista Fantasma, nadie hubiera dado un duro por la posibilidad de una continuación: Cage llevaba una rata muerta en la cabeza y uno se preguntaba qué pintaban por allí Peter Fonda (a lo mejor recordando sus días de motero en Easy rider) o Sam Elliott (a lo mejor recordando lo bien que queda haciendo de vaquero). La película combinaba ambientes y aspectos de las series de los setenta y los noventa, sin terminar de decantarse claramente y siendo vapuleada por la crítica, aunque hay que reconocer que tenía detalles para echarse unas cuantas risas (empezando por el adminículo piloso artificial de la testa de don Nicolás). El ser humano es el único bicho que tropieza dos veces en el mismo tonique, así que el destacado miembro de la familia Coppola ha vuelto a la carga motorista con una historia firmada por David S. Goyer (responsable de los guiones de Blade I y II y del Batman de Nolan, pero también de la dirección de Blade Trinity y del guión del Nick Furia de David Hasselhoff) despojado de pelambres espurias y armado con unos recursos histriónicos propios de un Jack Nicholson en su peor día o de un Bill Shatner pasado de
rosca.
Continúa aquí (La Guarida del Dragón).
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