Y una nueva reseña del otro ente jurídico que merodea por aquí, esta vez dedicada al tomazo que Planeta DeAgostini ha editado con las historias supermanescas del británico Alan Moore:
El formato absolute con el que Planeta DeAgostini está trayendo –a veces por primera vez, a veces por enésima vez- algunas de las obras más celebradas de la historia de DC, parece valer lo mismo para un roto que para un descosido: de maxisagas comerciales a novelas gráficas más que personales, pasando por tebeos de autor. A veces, la inclusión de entrevistas, artículos explicativos y extras de lo más variopinto justifican este formato de descomunal tamaño, pero en ocasiones, como es el caso que nos ocupa, no sólo no se justifica sino que además, se presenta un contenido más exiguo respecto del original, con la apuesta segura de que el nombre de Alan Moore (bien destacado en la portada) va a pesar más que cualquier suspicacia.
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