El autor que tiene el -dudoso- honor de inaugurar esta humilde bitácora, no es otro que Eduardo González, santacrucero de pro y gran amante de la playa. Le cedemos la palabra para que se presente el mismo, según la breve biografía que aparece en la contraportada de uno de sus más célebre trabajos: Becarios ¡Ese título es mío!
Eduardo González, como todo ser vivo, nace, se reproduce y muere. Lo primero en 1970 en Santa Cruz de Tenerife; lo segundo por esporas y de lo tercero aún no hay datos. Al poco agarra un lápiz y como que ya no lo va a soltar.
Tras su paso por Bellas Artes (...) empieza a publicar ilustraciones y comics en varias publicaciones locales (Canarias Gráfica, Canarias Ilustrada) y hace sus pinitos en algunas revistas y fancines de la península (Azoth, Como vacas mirando el tren, 451º, Artículo 21). En 1999 empieza a colaborar con el diario La Opinión de Tenerife realizando tiras de prensa, primero con Becarios y más adelante con Patricio G. Ducha en los guiones de La venta de Floro. Y es en esa etapa cuando, junto con el anteriormente citado Ducha, Roberto Burgazzoli y Ana González, se forma el colectivo Comics Canarios, bajo cuyo sello logra editar La Papelera, obra inconclusa (aunque no se cansa de jurar que un día verán la luz sus ocho episodios completitos... en fin). Así, entre ilustraciones para cuentos y libros de texto (libros éstos publicados en varias editoriales, entre ellas Ediciones Idea), chistes indefinibles para Lagenda, proyecto, colorines y trabajillos, pues anda entretenido el hombre.
Eduardo González, como todo ser vivo, nace, se reproduce y muere. Lo primero en 1970 en Santa Cruz de Tenerife; lo segundo por esporas y de lo tercero aún no hay datos. Al poco agarra un lápiz y como que ya no lo va a soltar.
Tras su paso por Bellas Artes (...) empieza a publicar ilustraciones y comics en varias publicaciones locales (Canarias Gráfica, Canarias Ilustrada) y hace sus pinitos en algunas revistas y fancines de la península (Azoth, Como vacas mirando el tren, 451º, Artículo 21). En 1999 empieza a colaborar con el diario La Opinión de Tenerife realizando tiras de prensa, primero con Becarios y más adelante con Patricio G. Ducha en los guiones de La venta de Floro. Y es en esa etapa cuando, junto con el anteriormente citado Ducha, Roberto Burgazzoli y Ana González, se forma el colectivo Comics Canarios, bajo cuyo sello logra editar La Papelera, obra inconclusa (aunque no se cansa de jurar que un día verán la luz sus ocho episodios completitos... en fin). Así, entre ilustraciones para cuentos y libros de texto (libros éstos publicados en varias editoriales, entre ellas Ediciones Idea), chistes indefinibles para Lagenda, proyecto, colorines y trabajillos, pues anda entretenido el hombre.
Y dicho esto, a partir de ahora será el propio Eduardo (Edu, para los amigos) el que hable con ustedes a través de sus trabajos.