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domingo, 25 de abril de 2010

La muerte del Capitán Trueno, por Manuel Darias

En su Historieta de esta semana, Manuel Darias habla sobre un icono del tebeo español: el Capitán Trueno. ¿El motivo? La salida al mercado de la esperada Muerte del Capitán Trueno.

El Capitán Trueno inicia su larga aventura editorial en 1956, de la mano de dos extraordinarios creadores, el guionista Víctor Mora y el dibujante Miguel Ambrosio Zaragoza "Ambrós". Aquella primigenia colección de cuadernillos apaisados conteniendo las aventuras del valiente paladín cruzado, tuvo un éxito espectacular. Cuando el genial dibujante valenciano abandonó a su indómito héroe por desavenencias con la Editorial Bruguera, el personaje fue continuado durante muchos años por otros dibujantes como: Ángel Pardo, Fuentes Man, Beaumont, Martínez Osete, José Grau, Adolfo Buylla y Tomás Marco, entre otros, que intentaron mantener el elevado nivel de calidad dejado por su creador gráfico. A mediados de los ochenta y principios de los noventa del pasado siglo, Cómics Forum y Ediciones B revitalizaron al inolvidable Capitán, publicando nuevos episodios dibujados por artistas tan renombrados como: Jesús Blasco, Luis Bermejo y John M. Burns. Hace poco, en 2006, con motivo del cincuenta aniversario del nacimiento del adalid cristiano, Ediciones B lanzó un bonito volumen titulado Silencios: La juventud del Capitán Trueno, en el que el dúo formado por Alfonso López y Pepe Gálvez rindió los honores debidos a tan aclamado héroe.

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viernes, 5 de marzo de 2010

Coleccionable "El Jabato Color", por Luis Capote

Otra reseña del leguleyo número dos. En esta ocasión le toca el turno al coleccionable que recopila lo mejor del héroe íbero El Jabato.



Título: El Jabato Color
Formato: Serie recopilatoria en tapa dura de cincuenta y tres números
Autores: (G) Víctor Mora (L) (T) (C) Francisco Darnís (P) Antonio Bernal
Editorial: Ediciones B. S. A. / Editorial Planeta DeAgostini
Precio: 2,95 € (primera entrega); 7,99 € (las restantes)
Comentario:

La nostalgia se cotiza, dicen los entendidos y, como añadió cierto sabio, el negocio es el negocio. Quizá por eso en los últimos años, el mercado español haya asistido a la recuperación de gran parte del fondo editorial perteneciente a la extinta Bruguera. La empresa del gato negro está inextricablemente unida a la época dorada del tebeo, marcando con su desaparición a mediados de los ochenta el fin de aquélla. El paso inevitable del tiempo ha hecho que los niños de entonces sean hoy adultos, lo que, unido al indudable valor comercial de los recuerdos, ha movido la publicación de material clásico en la forma de reediciones que, todo hay que decirlo, son idénticas en lo positivo y en lo negativo al original. En esta ocasión le ha tocado el turno a uno de los héroes aventureros facturados por el ilustre Víctor Mora: el guerrero íbero conocido como El Jabato.

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viernes, 26 de septiembre de 2008

El Corsario de Hierro, por Manuel Darias

En esta ocasión, el divulgador chicharrero habla sobre un clásico del tebeo español: El Corsario de Hierro.

Siempre he sido un admirador recalcitrante de Ambrós. Para mí ha sido, incluso desde sus inicios, una de las firmas más sugerentes y atractivas del cómic clásico español. El estilo alegre y brioso del soberbio artista valenciano me atrapó para siempre cuando, siendo muy niño, fui un seguidor impenitente de “El Jinete Fantasma”, una saga que ya poseía en su esencia toda la potencia gráfica que, en años venideros, sería característica de su especial manera de hacer tebeos. La fuerza narrativa de Ambrós, desde sus inicios, a pesar de su sencillez, me resultaba curiosamente inimitable. Ello propiciaba que, de un solo vistazo, pudiera dilucidar si una viñeta estaba enteramente realizada por la mano del dibujante o si había recibido algún tipo de ayuda tanto en el entintado como en la ejecución de fondos. El increíble pincel de Ambrós, que manejaba con una destreza inigualable colocando las manchas en los lugares precisos, insuflaba a sus figuras un poderoso hálito de vida que captaba de inmediato la atención de sus lectores.

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