Para terminar, los Ningunos nos hacemos eco de la sentida reivindicación de nuestras tradiciones. Jalowin gou jom!
P. D. Rogamos disculpen si alguna persona se ha visto zaherida en su amor propio o en sus entrañas ante la visión de este ser, más temible que cualquiera de los anteriores. En nuestro descargo, diremos que está sólo su efigie y no sus mensajes, y que en todo caso, para cualquier reclamación se pueden dirigir a nuestro Abogado, que no es otro que el artífice de la idea, con lo que todo queda en casa. Deo gratias.