Nuevo artículo del amigo Darias, recordando a José González:
El día en que se me presentó la ocasión de conocer personalmente a José González (Barcelona, 1939 - 2009) constituyó, para mí, una experiencia inolvidable. Yo me lo había imaginado como un artista encandilado por el éxito, una persona un tanto engreída; un genio irritante, como hubiera dicho Josep Toutain. Por eso, unos minutos antes de verlo, me estaba preguntando cómo sería este hombre que, según voz popular, huía de los periodistas, de la radio, de la televisión, rechazaba las entrevistas y se escondía con tozudez en su torre de marfil.
Continúa aquí.
El día en que se me presentó la ocasión de conocer personalmente a José González (Barcelona, 1939 - 2009) constituyó, para mí, una experiencia inolvidable. Yo me lo había imaginado como un artista encandilado por el éxito, una persona un tanto engreída; un genio irritante, como hubiera dicho Josep Toutain. Por eso, unos minutos antes de verlo, me estaba preguntando cómo sería este hombre que, según voz popular, huía de los periodistas, de la radio, de la televisión, rechazaba las entrevistas y se escondía con tozudez en su torre de marfil.
Continúa aquí.