Continuamos con las andanzas de los Becarios eduardianos. Concretamente, con los avatares del pobre Chus como profesor en un centro de enseñanza secundaria.
Bajo el pseudónimo del Ninguno se esconde un individuo de indudable reputación (carece de ella) que prefiere permanecer en el anonimato, ya que las estrellas de esta bitácora son los autores cuyo trabajo se muestra.