miércoles, 19 de agosto de 2009

Capitán Britania y el MI-13, por Luis Capote

Nueva reseña tebeística perpetrada por Luis Capote. En esta ocasión nos habla de un tebeo de gran calidad que, empero, no ha contado con el favor del gran público: Capitán Britania y el MI-13.



Título: Capitán Britania y el MI-13
Formato: Serie cuatrimestral en formato prestigio
Autores: (G) Paul Cornell (L) Leonard Kirk (T) Jesse Delperdang (C) Brian Reber
Editorial: Marvel Comics / Panini Cómics
Precio: 5,95 €
Comentario:

Gran Bretaña ha sido una cantera recurrente de guionistas y dibujantes para la industria estadounidense. Nombres como los de Alan Moore, Grant Morrison, Mark Millar, Brian Bolland o Dave McKean no necesitan presentación. Sin embargo, con independencia de su mayor o menor relación con las grandes empresas yanquis, hay que dejar claro que el Reino Unido cuenta una tradición propia y tan rica como la de sus parientes del otro lado de la charca. Los autores británicos lo son no sólo por su origen o las circunstancias de su nacimiento (ahí están los casos de Chris Claremont o John Byrne, donde su condición inglesa es una mera anécdota) sino por haber crecido y absorbido una forma y estilo de hacer tebeos que ha dejado su impronta en varias generaciones de autores y lectores, transmitiéndose además en los trabajos que han realizado para las editoriales estadounidenses. La ciencia-ficción es uno de los puntos fuertes de la cultura británica, como puede comprobarse, fuera del ámbito de los tebeos, en la calidad de sus series de televisión. Nombres como Doctor Who, Los siete de Blake o Zafiro y Acero han alcanzado fama mundial, dejando patente la capacidad británica de hacer buenos productos en este género con presupuestos más que bajos. Los escritores británicos, en definitiva, han desarrollado la capacidad de construir historias sólidas que enganchan pese a lo paupérrimo de los medios para su escenificación, por lo que el trabajo de un guionista televisivo isleño en un tebeo comercial estadounidense siempre es recibido con sumo interés. El tebeo que tenemos en cuestión es un buen ejemplo de ello.

Continúa aquí.